El futuro de la alimentación sostenible es moldeado por una sucesión de innovaciones que están transformando la producción y el consumo de alimentos. Entre las creaciones mucho más prometedoras es la agricultura vertical. Esta técnica deja cultivar alimentos en espacios reducidos usando tecnología avanzada, lo que es especialmente útil en áreas urbanas. Las huertas verticales no solo ahorran espacio, sino que también dismuyen la necesidad de transporte de alimentos, lo que reduce las emisiones de carbono. Además de esto, estos sistemas usan el agua de forma mucho más eficiente. La carne cultivada en laboratorio es otra innovación importante en el campo de la alimentación sostenible. Esta técnica implica el crecimiento de células animales en un entorno controlado para crear productos cárnicos sin necesidad de criar y sacrificar animales. La carne cultivada asegura reducir significativamente la utilización de tierra y agua, aparte de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero socias con la ganadería clásico. La acuaponía, que combina la acuicultura y la hidroponía, está ganando popularidad como un procedimiento sostenible de producción de alimentos. Este sistema cerrado permite cultivar peces y plantas en un entorno recirculante, donde los desechos de los peces dan nutrientes para las plantas y las plantas purifican el agua para los peces. La biotecnología también está desempeñando un papel crucial en la alimentación sostenible. Los avances en la edición genética, como el CRISPR, dejan desarrollar cultivos mucho más resistentes a plagas y anomalías de la salud, que necesitan menos recursos y son mucho más nutritivos. Estas tecnologías tienen la posibilidad de acrecentar la eficacia agrícola y reducir el desperdicio de alimentos, ayudando a una cadena alimenticia mucho más sostenible. El desperdicio de alimentos es un desafío esencial que se está abordando con innovaciones tecnológicas. Aplicaciones móviles y interfaces on-line están conectando a consumidores, mercados y restaurantes para redistribuir alimentos que de otra forma serían desechados. Estas iniciativas no solo asisten a achicar el desperdicio, sino que también dan alimentos a comunidades necesitadas. La agricultura regenerativa es otra práctica que gana tracción. Este enfoque se centra en prosperar la salud del suelo mediante prácticas agrícolas que aumentan la biodiversidad, enriquecen el suelo y atrapan carbono de la atmósfera. Las dietas basadas en plantas están siendo promovidas como una manera eficaz de achicar la huella ambiental de nuestra alimentación. Las proteínas vegetales, como las legumbres, frutos secos y granos, requieren menos elementos para producirse en comparación con las proteínas animales. Además de esto, las elecciones a la carne a base de plantas, como las hamburguesas de soja y guisante, están haciendose de reconocimiento por su sabor y provecho para la salud y el medioambiente. La educación y la concienciación sobre la importancia de una alimentación sostenible juegan un papel clave en la transformación de nuestras dietas. A través de campañas educativas, programas de certificación y etiquetado, los consumidores son informados sobre las opciones alimenticias más sostenibles y se están empoderando para tomar decisiones https://www.elsevier.es/es-revista-clinica-e-investigacion-arteriosclerosis-15-articulo-el-futuro-dieta-como-nos-S021491682200002X que favorezcan tanto a su salud como al planeta. Con la adopción de estas tecnologías y prácticas, es viable hacer un sistema alimenticio que satisfaga las pretensiones nutricionales de una población en crecimiento y resguarde el medioambiente..